El Estado español, tiene una deuda histórica con el sector del trabajo del hogar y con el trabajo de los cuidados. Es una deuda pendiente de derechos laborales dignos, una deuda de respeto, de aprecio y consideración, al trabajo que sostiene la vida, en esta sociedad y en todo del mundo.
El Estado español discrimina a las TT.HH.CC., por género, por clase social y por origen.
Por género: Ya que más del 90% de las personas que trabajan en este sector son mujeres. Por clase social: porque antes de nosotras (las migrantes), estaban las mujeres autóctonas empobrecidas, venidas de los pueblos y provincias menos relevantes para la sociedad en general. Por origen: Porque desde finales de los 90, más del 60% de las TT.HH.CC., somos migrantes, venidas de países empobrecidos.
En la actualidad esta triple discriminación recae con mayor fuerza, sobre las compañeras migrantes, con y sin documentación en regla, quienes se ven obligadas a trabajar en el régimen de interna, gracias al sistema perverso de la “Ley de Extranjería”, que nos hace pagar la condena mínima, de tres años de empadronamiento (entre otros requisitos), para poder solicitar tan siquiera, el arraigo social o renovar la tarjeta de residencia.
Se dice que ya está todo solucionado, porque hace un mes se ha puesto en marcha el nuevo R.D.L, donde se reconoce el derecho a la prestación por desempleo (paro), entre otros derechos. Lo que no sabe la mayoría, es que nos llega con tres años de retraso y encima se supone que deberíamos besar los pies, de quienes lo han firmado, cuando bien sabemos todas las organizaciones de TT.HH.CC., a nivel nacional, que ésta mejora, se ha hecho gracias a la compañera Mariana de Galicia, quien ha logrado conseguir una sentencia firme, del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Entidad que ha declarado: que el Estado español, discrimina a este sector laboral, por género.
Hoy queremos decirles que no nos valen las migajas y que exigimos plenos derechos para este sector laboral tan digno, como cualquier otro. Exigimos que se condene la esclavitud a la que se somete a las compañeras, cuando trabajan en el régimen de interna. Ya que entre otros derechos humanos: se vulnera su derecho a transitar libremente, a conciliar su vida laboral con su vida familiar, se vulnera su derecho a la sexualidad, a escoger su lugar de residencia, a la formación académica, a la participación social, al ocio, a su intimidad, a un trato digno y respetuoso, a estar hoy aquí presente…
La violencia contra las TT.HH.CC., es estructural y no vamos a parar hasta que dejen de violentarnos y para ello contamos con grandes aliadas autóctonas y migradas, porque sabemos que: ¡Unidas Somos Fuertes, Tejidas, Invencibles!
25 de noviembre de 2022 concentración, en el jardín Berta Cáceres Valencia.
Somos una Organización sin ánimo de lucro defensora de los derechos humanos, en especial de los derechos de las trabajadoras del hogar y los cuidados
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